Las siguientes situaciones aumentan la posibilidad de contraer tétanos:
No vacunarse o no seguir el cronograma de vacunas de refuerzo contra el tétanos
Una lesión que deja esporas de tétanos en la herida
Un objeto extraño, como un clavo o una astilla
Se han desarrollado casos de tétanos a partir de:
Heridas punzantes, entre ellas astillas, perforaciones corporales (piercings), tatuajes, uso de drogas intravenosas
Heridas de bala
Fracturas abiertas
Quemaduras
Heridas quirúrgicas
Uso de drogas intravenosas
Mordeduras de animales o picaduras de insectos
Úlceras infectadas en los pies
Infecciones dentales
Cordones umbilicales infectados en recién nacidos con madres que no cuentan con una inmunización adecuada
Complicaciones
Una vez que la toxina del tétanos se une a las terminaciones nerviosas es imposible eliminarla. Para una recuperación total de una infección de tétanos es necesario el desarrollo de nuevas terminaciones nerviosas, lo que puede tardar varios meses.
Entre las complicaciones de la infección de tétanos se incluyen:
Fracturas. La gravedad de los espasmos puede provocar fracturas en la columna vertebral y otros huesos.
Obstrucción de una arteria pulmonar (embolia pulmonar). Un coágulo que se trasladó desde otra parte del cuerpo puede bloquear la arteria principal del pulmón o alguna de sus ramificaciones.
Muerte. Los espasmos musculares graves inducidos por el tétanos (tetánicos) pueden interferir en la respiración o detenerla. La insuficiencia respiratoria es la causa más frecuente de muerte. La falta de oxígeno también puede provocar un paro cardíaco y la muerte. La neumonía es otra causa de muerte.